La estrella del espectáculo volvió a ser nada menos que el internacional egipcio del Frankfurt Omar Marmoush, que marcó dos goles y dio dos asistencias en la victoria. El juego de Marmoush ayudó al SGE a superar a sus anfitriones, quienes demostraron cierta destreza ofensiva.
El Eintracht Frankfurt de Dino Toppmöller se recuperó de la decepción del jueves en la Europa League y amplió su racha de victorias en la Bundesliga a cuatro partidos consecutivos. Desde que perdió su primer partido de la temporada 2024/25 contra el Dortmund, el Frankfurt ha vencido al Hoffenheim, Wolfsburg, Gladbach y ahora Kiel. El máximo goleador de la SGE, Omar Marmoush, ayudó a su equipo a defenderse de una actuación luchadora del “Schleswig Störche” de Marcel Rapp. Dos goles y dos asistencias de Marmoush le dan al jugador de 25 años 11 puntos en siete apariciones en todas las competiciones.
Toppmöller hizo cinco cambios en el once que alineó para el partido de la Europa League del jueves. El principal delantero Hugo Ekitiké (que sufre problemas en los aductores) tuvo un descanso y no fue convocado para el día del partido. Niels Nkounkou tampoco entró en el equipo. Los titulares del jueves, Ellyes Skhiri, Mahmoud Dahoud y Ansgar Knauff, fueron trasladados al banquillo. Eric Junior, Dina Ebimbe, Robin Koch, Hugo Larsson, Fares Chaibi y la nueva incorporación del verano, Aurele Amenda, fueron las cinco caras nuevas.
Amende hizo su debut en el Eintracht en un 3-1-4-2 detrás de Tuta trabajando como barrendero y capitán. El debutante titular del jueves, Igor Matanovic, lideró la línea, apoyado por Marmoush, que está muy en forma, en el papel de delantero corto. El entrenador del Kiel, Rapp, hizo dos cambios con respecto al empate de la última jornada ante el VfL Bochum. Los suplentes de la segunda parte Lasse Rosenboom y Shuto Machino fueron recompensados por su impacto positivo en el resultado, reemplazando a Tymoteusz Puchacz y Andy Kelati.
El nuevo dúo atacante formado por Marmoush y Matanovic tardó un poco en empezar a funcionar antes de producir un par de oportunidades justo después del cuarto de hora. El primero estuvo cerca de abrir el marcador con un par de goles en los minutos 16 y 18. Marmoush finalmente conseguiría su gol a los 25. La secuencia previa al 1-0 del Frankfurt contó con una defensa incompleta de Max Geschwill y Carl Johansson, sin mencionar la sospecha del portero del Kiel, Timon Weiner.
Pero los anfitriones del norte de Alemania no tardaron en tener la oportunidad de empatar. El defensor del SGE, Koch, que regresaba, mostró algo de óxido al abordar a Lewis Holtby en el área a los 29. Machino anotó su segundo gol en igual número de partidos al convertir obedientemente desde el punto de penalti a los 31. Los invitados de Hesse parecieron un poco nerviosos por un momento, pero pudieron recuperar el ritmo poco antes del final del tiempo. Marmoush tuvo un par de oportunidades para recuperar la ventaja antes del descanso.
El internacional egipcio del Eintracht no perdió el ritmo cuando llegó el momento de reanudar el juego. Marmoush sacó un córner de calidad a los 47. Matanovic anotó el 2-1 en la siguiente jugada a balón parado, cabeceando el servicio de Marmoush. Hay que reconocer que la respuesta de las Cigüeñas fue una vez más rápida. Kiel anotó en su propia esquina a los 50 minutos. Un mal despeje colectivo del SGE y una pérdida de balón de Larsson permitieron a Machino anotar su segundo y restablecer la igualdad.
Marmoush devolvió el golpe con fuerza y casi estableció el 3-2 con un excelente trabajo de preparación a los 61 minutos. El “hombre del momento” de la SGE tuvo cierta suerte al recibir un balón desviado en sus pies en el minuto 65, pero aun así remató con fuerza. Marmoush contrarrestó el doblete de Machino con uno propio y el RheinMainAdler volvió a ponerse por delante.
El elegido capitán de Toppmöller para ese día, Tuta, anotó el decisivo 4-2 en el minuto 74, asistido nada menos que por el 32 veces internacional Faraón. Marmoush consiguió su segunda asistencia y ese día, bailando suavemente, pasó a Geschwill por la derecha y preparó a Tuta con un simple balón cuadrado.
Después de eso, el partido quedó prácticamente sin aire. Sin olvidar el colapso del jueves, el equipo de Toppmöller se mantuvo firme y defendió hasta que sonó el pitido final. Los Storks de Rapp no pudieron ni olfatear la portería. Las cosas llegaron a una conclusión moderada.